No.
La gammagrafía permite una correcta valoración de la enfermedad del paciente, por lo que podemos ajustar la dosis de I131 y minimizar los riesgos de hipertiroidismo persistente (gastos al tener que repetir el tratamiento), así como de hipotiroidismo iatrogénico (gastos al tener que medicar y controlar la enfermedad durante toda la vida de nuestra mascota).