La mayoría de los gatos tratados (>95%) solo precisan una dosis de I131 para eliminar todo el tejido tumoral que provoca el hipertiroidismo.
Durante su hospitalización, todos los días se monitoriza la radiación emitida por el tiroides de su gato para comprobar que ha captado la cantidad necesaria de I131 y que el tratamiento está siendo efectivo.
En caso necesario se puede administrar una dosis adicional que asegure el éxito del tratamiento.