¿Produce el tratamiento con I131 insuficiencia renal?

¿Produce el tratamiento con I131 insuficiencia renal?

No, el tratamiento con I131 no produce insuficiencia renal.

Lo que ocurre es que la enfermedad renal crónica y el hipertiroidismo generalmente pueden presentarse simultáneamente en el mismo paciente, ya que ambos son trastornos comunes en los gatos mayores.

Paradójicamente, mientras un gato es hipertiroideo la enfermedad renal puede no manifestarse (permanecer oculta) aunque el daño renal exista. Esto es debido a que, durante el hipertiroidismo, los altos niveles de T4 sérica aumentan el flujo de sangre a los riñones y, por lo tanto, de la tasa de filtración glomerular (medida de la eficiencia con la que el riñón filtra la sangre). Cuando se incrementa artificialmente la tasa de filtración se puede enmascarar la insuficiencia renal, por lo que los análisis de sangre en un gato hipertiroideo pueden parecer normales a pesar de que tenga una enfermedad renal leve o moderada.

Al tratar con éxito el hipertiroidismo y restaurar la concentración sérica de T4 a sus niveles normales, el flujo sanguíneo renal disminuye a sus valores normales, por lo que la función glomerular también disminuirá si los riñones estaban afectados, lo que puede «empeorar» las pruebas de función renal después del tratamiento. Pero el problema renal ya estaba presente antes del tratamiento, simplemente estaba oculto por el hipertiroidismo.

Por otra parte, numerosos estudios han demostrado que el hipertiroidismo, además de “ocultar” el posible daño renal crónico, puede producir o empeorar la enfermedad renal crónica (hasta el 30-50% de los gatos hipertiroideos tienen enfermedad renal crónica) o causar disfunción renal reversible. Por lo tanto, parece que dejar a un gato hipertiroideo sin tratar puede ser perjudicial para la función renal a largo plazo. Sin embargo, tratar y curar el hipertiroidismo puede ayudar a preservar la función renal restante.

Determinar qué gatos hipertiroideos no tratados tienen una enfermedad renal crónica subyacente clínicamente significativa a veces puede ser difícil. El metimazol y el carbimazol pueden proporcionar una «vista previa» de cómo estará el gato después de curar el hipertiroidismo. Algunos veterinarios intentan la terapia de prueba con metimazol o carbimazol para probar qué función renal podría permanecer después de tratar el hipertiroidismo. A excepción de la enfermedad renal avanzada, la necesidad de este enfoque es cuestionable, dado que el tratamiento para el hipertiroidismo aún se recomendaría en la mayoría de los gatos.

Para prevenir cual será la posible evolución de la función renal de su gato una vez tratado con I131, valoraremos las pruebas renales y el análisis de orina de su gato antes de curar su hipertiroidismo. Si detectamos signos de enfermedad renal crónica, comenzaremos a tomar medidas profilácticas para controlar la enfermedad renal mientras su gato está siendo tratado. Incluso en gatos con riñones sanos, siempre repetimos las pruebas de riñón al final del tratamiento para asegurar que la función renal no se haya deteriorado.

Nuevamente, si la enfermedad renal aparece después del tratamiento, no está causada por el I131. Estaba presente antes del tratamiento, pero estaba enmascarada por el hipertiroidismo.

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