Ante una sospecha de hipertiroidismo, su veterinario puede realizar un estudio que permita confirmar el diagnóstico.
Realizará una anamnesis completa para detectar cualquier cambio (síntoma) que pueda orientar hacía un posible hipertiroidismo. También, con una exploración física completa, buscará cualquier dato compatible con la enfermedad (principalmente la presencia de nódulos en la región cervical). Los análisis hematológicos y bioquímicos sanguíneos nos pueden aportar datos de alteraciones metabólicas que apoyen la sospecha de hipertiroidismo (la principal causa de aumento de enzimas hepáticas en el gato es el hipertiroidismo). Finalmente, los test de hormonas tiroideas (principalmente la determinación de niveles T4 total) nos permitirán detectar valores anormales de estas hormonas, lo que pueden indicar una alteración del tejido tiroideo.